En cuanto a especificaciones no hay mucho que decir, pues el 920 y el 925 tienen prácticamente las mismas tripas:Mismo procesador, mismo tamaño de pantalla, misma cantidad de RAM, misma batería y un largo etcétera de otros temas en los que son equivalentes. Sus diferencias están en la cámara, donde agrega un lente más al juego presente dentro de la primera evolución de PureView fuera de 808, y el resto son sólo sustracciones pequeñas pero significativas.
Adiós 32 GB de memoria interna y arrivederci carga por inducción, al menos integrada. Al igual que en el Lumia 720, el Lumia 925 no incorpora esta característica bajo su piel, algo que — siendo quisquillosos — podría ser una tendencia preocupante para el futuro de Qi en futuras iteraciones dentro de la familia. Todo viene en forma de accesorios que complementan esta función para aquel que esté dispuesto a pagar la diferencia.
Si añadimos al precio de lista de este teléfono el costo de una carcasa apta para carga inalámbrica — de colores, ojo — y el valor del cargador inalámbrico, probablemente sea mucho mejor negocio comprar un 920… Claro, a menos que el aluminio sea lo tuyo.
Quizás, dejando de lado el metal, el otro gran cambio de esta evolución sea la cámara. El mismo sensor PureView de 8.7 MP ahora integra una pieza óptica más que — según la compañía – hace una gran diferencia en comparación con Lumia 920. Jugué un rato con este equipo en distintas condiciones de luz, y debo decir que la diferencia resultó muy difícil de percibir a simple vista, pero tras hacer zoom al máximo en las imágenes capturadas permite notar detalles más claros y colores más reales.
Tuve que llevar el 925 a una zona oscura para ver que ante situaciones límite de iluminación el sensor marca una buena diferencia en comparación con el modelo vendido actualmente. Sus imágenes son todavía más claras, aunque el ruido en la foto aumenta en comparación con 920. Una por otra.
De acuerdo a las tendencias del mercado, Nokia aprovecha
su compra de Scalado para potenciar notoriamente el software que da vida a la cámara añadiendo nuevas funciones:
Mejor disparo (que se explica sola),
Motion Focus (que añade desenfoque al fondo de las imágenes para otorgar una sensación de movimiento), y
Toma Acción (que crea una secuencia de movimiento de una persona y objeto plasmada en una fotografía).
Cambios interesantes, pero que no son definitivos si quieres cambiarte del 920 al 925. No vale la pena, pues el software añadido llegará en forma de actualización dentro de poco tiempo a varios Lumia basados en Windows Phone 8.
El resto es muy similar a cualquier otro Lumia. Su software propietario, las mejoras que sólo son para Nokia y el mismo viejo y conocido Windows Phone 8 que tantas pasiones diversas despierta entre fans de la marca. Su rendimiento es equivalente al de cualquier otro Windows Phone de gama alta.
¿Es el mejor de todos los WP8 que hemos visto? Probablemente. Probablemente no. ¿Se acerca siquiera? Sí, y bastante, sobre todo en términos de diseño.